SERENDIPITY

Qué bonito, qué dificil de pronunciar, qué original. Pero ¿qué significa realmente? En español se dice Serendipia pero proviene del inglés Serendipity que deriva a su vez del vocablo árabe Serendib, un nombre persa, del país de Las mil y una noches. ¡Mágico! ¿verdad? Es la magia de la casualidad. Porque de casualidades, de fortuna, de azar, está llena la historia personal de todos nosotros.

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1,5 millones de diamantes por segundo en las velas de serendipity

Esa piedra preciosa de la que tanto hemos oído hablar en los libros y en las películas, inagotable fuente de deseo de muchos, el diamante se ha convertido en uno de los minerales más famosos del planeta. Su dureza y su impresionante aspecto ha cautivado desde tiempos inmemorables. 

¿Qué piensas si te digo que puedes tener 1,5 millones de diamantes en la llama de nuestras velas? Exacto, así de sorprendidos nos quedamos nosotros también al enterarnos y es que hemos tenido tantos fragmentos de esta piedra preciosa enfrente desde que nació Serendipity. Esto parece magia, pero… ¡es ciencia!

Todo esto lo sabemos gracias a Wuzong Zhou, quien ha llevado a cabo un estudio desde la Universidad de St Andrews donde ha descubierto que en las llamas de todas y cada una de las velas se forman pequeñas partículas de diamante, concretamente 1,5 millones por segundo.

Zhou ha desarrollado una nueva técnica de muestreo capaz de eliminar las partículas del centro de la llama (algo que nunca antes se había conseguido), encontrado una agradable sorpresa, cuatro conocidas formas de carbono.

Ya se sabía que en la parte inferior de la llama existían moléculas de hidrocarburos, que se convierten en dióxido de carbono en la parte superior de esta. Ahora se han descubierto en el centro. 

Se trata de un descubrimiento que, seguro, conducirá a futuras investigaciones sobre cómo los diamantes, una piedra preciosa clave en la industria, se podría fabricar de forma más barata y de una forma más ecológica. 

Puede que tengamos entre las manos y bajo nuestro techo un descubrimiento asombroso o puede que tan solo se quede en el intento de éxito. Por ahora no lo sabemos, pero lo que sí tenemos seguro es que Zhou es un hombre que, sin duda, ha cambiado nuestra forma de ver la llama de nuestras velas para siempre.