Baños de sal para mimarte por dentro y por fuera

Qué maravilla el momento en el que llegas a casa después de una jornada dura de trabajo. Sueltas los bártulos y te quitas los zapatos, para luego ponerte una copa de un buen vino, mientras llenas la bañera. Suena genial, ¿verdad? Pues hoy te vamos a dar algunas ideas para que ese baño sea aún más relajante y renovador. Para empezar, nos gustaría recomendarte que de vez en cuando te olvides las sales, los aceites y las bombas de baño, y los cambies por un sencillo kilo de sal marina sin refinar. Porque, ¿habrá algo más purificante que el agua del mar? Anímate a recrear un pequeño océano en tu propia bañera, al tiempo que te beneficias de todas sus propiedades.

¿Quieres saber más cosas sobre los baños de sal? ¡No dejes de leer!

Baños de sal

Antes que nada, nos gustaría contarte de dónde viene nuestra pasión por los baños con sal. Hace unos años conocimos a una mujer muy mayor que nos invitó a que probáramos este tipo de baños por lo menos una vez al mes, ya que, en sus propias palabras, “el alma lo iba agradecer”. Ha pasado el tiempo y siempre que sentimos que nuestra energía no es la adecuada, aprovechamos para darnos uno de estos baños purificantes. Tras comprobar y notar en primera persona sus beneficios, supimos que recibir este mensaje no fue fruto de la casualidad, sino de la mágica serendipia.

Tu oasis de relax. Llena la bañera a la temperatura que más te guste, pero si quieres que sea aún más relajante, lo mejor es agua caliente. Reproduce tu playlist favorita de música para desconectar, enciende tu vela Serendipity y apaga la luz. Al momento notarás como esta experiencia multisensorial te relaja y te hace olvidar todos tus problemas.

Propiedades de los baños de sal. Además de ayudarte a desconectar, este tipo de baños están llenos de beneficios que tu cuerpo agradecerá. Estas son algunos de ellos:

• Ayudan a conciliar el sueño. Si sufres insomnio y haces este baño con agua caliente, conseguirás dormir como un bebé.
• Son beneficiosos para la piel. La sal marina tiene efectos exfoliantes, antisépticos y astringentes… En otras palabras, alivia la piel irritada, ayuda a curar heridas y enfermedades de la piel, controla el exceso de grasa… ¡entre otros!
• Relajan los músculos, ayudando a aliviar calambres y contracturas.
• Favorecen la circulación sanguínea, reduciendo inflamaciones y calmando las molestias que causa el reumatismo.

¿Qué tal te suena el plan antiestrés? No te lo pienses y decídete a probarlo, verás como tu cuerpo y tu mente te agradecerán este pequeño ritual de desconexión. ¡Te sentirás como nuevo!