Agosto, el mes de las estrellas
Las noches de verano nos dejan verdaderos eventos que atesoramos en nuestra memoria y cada año, entre los meses de julio y agosto, podemos ser partícipes de una de las citas más esperadas, eso sí, si tenemos paciencia y miramos hacia el cielo.
Fiel a su tradición de cada verano, el cometa Swift-Tuttle deja tras de sí su estela para que podamos disfrutar de ese cielo chispeante. Considerado como uno de los acontecimientos astrológicos más impactantes que existen hoy en día, las Perseidas no son un fenómeno de una sola noche, ya que podrán disfrutarse este año desde mediados de julio hasta finales de agosto.
Las Perseidas, o también llamadas Lágrimas de San Lorenzo, son una lluvia de meteoritos que impactan contra la atmósfera. En estos días se ve cómo una estela de pequeñas partículas, al llegar a la atmósfera, se calientan por entrar en contacto con ella y se vaporizan, dando lugar a la tan ansiada lluvia de estrellas que tanto nos gusta presenciar.
¿Cuándo son las mejores noches para mirar al cielo y disfrutar de las Perseidas?
Este año, las Perseidas podrán disfrutarse -si las nubes no opacan el cielo y la magia de la serendipia ayuda- con mayor intensidad las noches del 9 al 13 de agosto, sobre todo el día 12, puesto que se espera que puedan verse hasta 100 meteoritos por hora, según apunta la Sociedad Estadounidense de Meteoros.
Por si fuera poca casualidad poder toparse con una estrella fugaz, la luna nos echará una mano este año, ya que brillará al diez por ciento, dejando luz suficiente para disfrutar de las tan ansiadas Perseidas.
La tradición de pedir un deseo
Las Perseidas no sólo son importantes desde el punto de vista astrológico o para aquellos aficionados a ello, sino que, según la tradición, las estrellas fugaces son astros capaces de cumplir aquello que más deseamos, siempre y cuando las pillemos a tiempo.
Durante los pocos segundos que dura su trayectoria, una persona tiene que saber dónde mirar y que la casualidad haga su trabajo, para poder pedir un deseo y hacer que la estrella fugaz se lleve ese anhelo convirtiéndolo en realidad.
Una excusa para pausar todo, mirar hacia arriba y permitirnos soñar. La mayoría de las veces disfrutamos de este acontecimiento acompañados, haciendo que atesoremos aún más estos instantes y compartamos el momento con alguien importante en nuestras vidas.
Las ‘Lágrimas de San Lorenzo’ nos dan esa opción de poner nuestro mundo en “stand by” para simplemente disfrutar y exteriorizar aquello que hasta entonces no nos permitíamos desear, bien porque pensáramos que es imposible o porque nos diera vergüenza. Las estrellas fugaces no nos delatarán.
Y tú, ¿eres de los que busca una estrella fugaz?