SERENDIPITY

Qué bonito, qué dificil de pronunciar, qué original. Pero ¿qué significa realmente? En español se dice Serendipia pero proviene del inglés Serendipity que deriva a su vez del vocablo árabe Serendib, un nombre persa, del país de Las mil y una noches. ¡Mágico! ¿verdad? Es la magia de la casualidad. Porque de casualidades, de fortuna, de azar, está llena la historia personal de todos nosotros.

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Casualidad o causalidad, ¿por qué suceden las cosas?

Muchas veces pensamos que nos pasan las cosas por azar del destino, ¿pero es verdad o simplemente nos escudamos en esa idea para no hacer frente a lo que estamos viviendo?

Hay mucha gente partidaria de que las casualidades no existen y que aquello que nos pasa sólo proviene de actos que hemos provocado y que nos llevan a una situación concreta, sobre todo cuando nos sucede algo negativo y se tiende a pensar que se lo ha buscado uno mismo. Posicionarse entre una u otra versión de los sucesos es entrar en debates, que nunca tienen un final y se quedan en terreno de nadie.

Pero, ¿qué significa realmente casualidad y causalidad?

Lo primero que te viene a la mente cuando nos hablan de casualidad es una situación de inquietud, sobre todo porque son sucesos o posiciones que no podemos prever y que nos causan desasosiego al no poder controlarlos, y lo bonito que es dejarse llevar, ¿qué?.

Pero si nos ceñimos a la definición de casualidad por antonomasia, se trata de  un conjunto de circunstancias que se dan y que provocan un hecho imprevisto o que resulta inesperado, por lo que es algo que no se puede evitar. Hablamos de casualidad, pero también lo podemos llamar suerte o azar, e incluso imprevisto -aunque a éste último lo solamos relacionar con alguna situación que cuando se da no nos viene muy bien en ese momento-.

La casualidad hace alusión a lo que no tenemos previsto, aquello que no estamos buscando y para lo que no hay explicación racional o lógica alguna, aunque bien es cierto que a veces sería mejor que no se le buscara “tres pies al gato” y uno se dejara llevar con lo que la vida le brinda.

Todo lo que tiene de azar la casualidad, lo tiene de estricto la causalidad. La causalidad expone consecuencias, habla de causas y una serie de acciones que llevamos a cabo que producen una reacción o una consecuencia buscada. Se busca esa respuesta, por lo que se tiende a sentir una tranquilidad de tenerlo todo en control.

La mayoría de personas tienden a seguir esa causalidad, porque ya desde pequeños se nos ha educado en esa fórmula: “si algo quieres, se busca” y esa situación de recompensa ante aquello que se haya hecho bien. Las causas que rodean a un acontecimiento, son las que provocan una reacción, de ahí esa causalidad.

La magia de la casualidad y de la serendipia

Si eres de los que no creen que exista la casualidad y que las coincidencias sólo son parte de un plan ideado ya de antes, hay que decir que es más bonito dejarse sorprender y apostar por la serendipia, encontrarte con algo de manera repentina y sin buscarlo, para descubrir cosas que de otra manera no surgirían.

De casualidades está llena la vida y si te paras a pensarlo, encontrarás razones que te lleven a creer o apostar por seguir esta dinámica para vivir sin pensar en motivos concretos. La magia de lo impredecible.

Por eso nuestras velas Serendipity guardan en su interior una piedra semipreciosa elegida al azar y que no guardan ninguna causa detrás, sólo sorprenderte.