Desde la luz más primitiva al elemento de decoración más glamuroso, el origen de las velas
En la actualidad, las velas cumplen una función estética y decorativa dentro de nuestros hogares, negocios…aportando una sensación de calidez al ambiente que además suele ir acompañada de un aroma que invade las estancias. Pero, ¿Cuál era la función de las velas antiguamente?
Ya desde la Edad de Piedra, los hombres iluminaban sus cuevas con velas totalmente rudimentarias que realizaban con grasa de animales y a las que añadían una mecha. Sin embargo, no es hasta la civilización egipcia donde el uso de este objeto se hizo más popular entre la población para iluminar casas, templos y lugares públicos. En este caso hacían uso de aceite vegetal con mechas de papiro, gracias a lo cual se reducían los olores tan desagradables producidos por la quema de velas de origen animal durante épocas pasadas.
Es a partir de la Edad Media cuando se introduce el uso de la cera de abeja, pero debido a su elevado coste solo podía ser utilizada por la iglesia y las clases sociales más altas.
No es hasta el siglo XIX cuando se produjeron los mayores avances en la fabricación de las velas, debido al descubrimiento del ácido esteárico y de la parafina. Además, la revolución en los sistemas industriales facilitó el proceso de realización en serie, por lo que su uso comenzó a extenderse como método principal de iluminación.
Esta función quedó desplazada con la aparición del sistema eléctrico y a partir de la década de los 80 comenzaron a comercializarse velas en multitud de tamaños, formas y colores.
Actualmente las opciones son muy variadas, y el aroma se ha convertido en un elemento esencial por el cual el cliente toma una decisión u otra en el proceso de compra. La aromaterapia por su parte se ha convertido en una forma de conseguir bienestar tanto físico como mental, y la elección de un aroma u otro puede determinar la función de la vela; reducción de estrés, contrarrestar depresión o insomnio, estimulante…
Desde Serendipity queremos conservar esta bonita tradición, ofreciendo una vela 100% natural y con un aroma que te transportará a campos de naranjo y azahar, todo ello desde la magia de la serendipia por la que encontrarás un regalo en su interior.