SERENDIPITY

Qué bonito, qué dificil de pronunciar, qué original. Pero ¿qué significa realmente? En español se dice Serendipia pero proviene del inglés Serendipity que deriva a su vez del vocablo árabe Serendib, un nombre persa, del país de Las mil y una noches. ¡Mágico! ¿verdad? Es la magia de la casualidad. Porque de casualidades, de fortuna, de azar, está llena la historia personal de todos nosotros.

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El poder de la conciencia: cómo trabajar en ello

Resulta curioso cómo repetimos insistentemente la frase “el mundo está lleno de casualidades”; sobre todo cuando algo nos sorprende. No obstante, muchas veces no se trata de pequeñas casualidades, sino de anécdotas continuas que nos ocurren casi a diario, y que pocas veces percibimos. Esa carambola, ese azar, es a lo que nosotros llamamos “serendipia”. Pero que, efectivamente, para apreciarla, para darse cuenta de cada una de estas situaciones, tenemos que tomar conciencia plena. ¡Y nosotros te contaremos cómo! 

Si has oído hablar de la meditación y del mindfulness, esta serie de ejercicios y pautas te resultarán familiares. Porque ahí es donde precisamente reside el secreto de la plena conciencia: en saber vivir el aquí y el ahora.  

La frenética rutina

Nuestro ritmo de vida es bastante intenso, marcado por objetivos que cumplir en el trabajo, planes que concretar con nuestros amigos, visitas que agendar con nuestros familiares. Todo en nuestro día a día es una tarea, incluso el tiempo que nos dedicamos a nosotros, que medimos y calculamos para que sea instagrameable, para decirle a la gente lo que estamos haciendo a cada momento, aunque sea ver la televisión. 

Vivimos tan pendientes de todo lo que está por venir que somos incapaces de disfrutar lo que está ocurriendo. Y esto, irremediablemente, nos genera un estrés exacerbado. De hecho, según el informe ‘Percepción y hábitos de la población española en torno al estrés’, de Cinfasalud, “el 53,3% de las personas sufre este estado mental de forma frecuente y, por consiguiente, están expuestas a enfermedades como la depresión y a problemas como la fatiga o los trastornos del sueño”. Todo porque somos incapaces de desconectar. 

Cómo trabajar en la conciencia 

Para reconectar contigo mismo es importante trabajar en pequeñas prácticas que te ayuden a tener conciencia de cada momento; y que incluso te podrían hacer llegar a la máxima expresión del mindfulness y ser capaz de dejar la mente en blanco. Existen diversas técnicas, pero no todas tienen por qué gustarte o resultarte efectivas. Escoge con la que te sientas más cómodo. 

 

  • Ser consciente de la respiración. Como sucede en prácticas como el yoga o el kabash, controlar nuestra respiración, ya sea abdominal o costal, es vital para que la clase se desarrolle de forma fluida, poniendo nuestra consciencia en ese ejercicio. Para ello, mejor estar tumbado boca arriba, cerrar los ojos, y poner una mano en el abdomen y otra en el costado, para sentir cada inspiración y cada expiración. 
  • Aceptarse a sí mismo. Busca todos esos temores, tus inseguridades y esos complejos que has ido dejando crecer, y cambia de perspectiva. Para disfrutar del momento, antes tienes que disfrutar de ti. Por eso es importante cambiar el prisma y tratarte como lo haces con un amigo. Con cariño y respeto. 
  • Centrarse en un sentido. Otro ejercicio que suele resultar bastante efectivo es trabajar con uno de los sentidos. Normalmente, el oído o el olfato. Cerrar los ojos y dejar atraparse por los ruidos que oímos fuera, desde el tintineo de los pájaros hasta la vida del motor de un coche. Este sentido se irá desarrollando cada vez más, lo que nos ayudará a disfrutar mucho más ese momento. 

 

Estas pautas, aparentemente sencillas, no tienen por qué quedar relegadas a casa. Ni tampoco considerarse ejercicios únicos. Podemos ser conscientes de nuestra respiración mientras leemos un libro de camino al trabajo en transporte público, o apreciar todos los olores provenientes de la cocina de un restaurante cuando salgamos a cenar con nuestra pareja. ¡Todo es cuestión de querer exprimir y vivir el presente, el aquí y el ahora! 

Desde Serendipity, nada nos resulta más gratificante que ser conscientes del momento preciso cada vez que encendemos nuestra vela.