SERENDIPITY

Qué bonito, qué dificil de pronunciar, qué original. Pero ¿qué significa realmente? En español se dice Serendipia pero proviene del inglés Serendipity que deriva a su vez del vocablo árabe Serendib, un nombre persa, del país de Las mil y una noches. ¡Mágico! ¿verdad? Es la magia de la casualidad. Porque de casualidades, de fortuna, de azar, está llena la historia personal de todos nosotros.

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La romántica historia japonesa del hilo rojo

Seguro que has escuchado más de una vez la famosa leyenda del hilo rojo. Se trata de una fábula oriental que cuenta que existe un hilo rojo invisible que conecta a aquellas personas que están destinadas a encontrarse.

No se sabe exactamente de donde viene, pero se cree que proviene de la mitología china o de la japonesa. Según esta leyenda, son los dioses los que atan este famoso hilo entre personas que, en un futuro, acabarán ayudándose.

Además, cuenta que este hilo se puede estirar, enredarse, desgastarse, torcerse o menguar, pero jamás se va a romper. Un hilo que no entiende de culturas, religión o ideología.

Este hilo cuenta con dos leyendas que han llegado hasta nuestros días de boca en boca. Dos moralejas que nos dejan caer que nuestra conexión con otra persona ya está escrita. Ahora está pasando, y puede que estés de camino a conocer quién está en el otro extremo de tu hilo, o puede que seas de aquellos con suerte que ya han conocido a su media naranja.

El anciano en la luna

Trata sobre un anciano que vive en la luna y que se dedica a buscar personas en medio de la noche que estén predestinadas a encontrarse. Les ata el famoso hilo rojo del que estamos hablando. Son recién nacidos, por lo que llevan el hilo rojo durante toda su vida.

El emperador

Esta es la historia más extendida en Japón ya que se cuenta en la cada casa de Japón. Esta historia comienza con un joven emperador ordenando a una bruja que le enseñe quién está al final del hilo rojo del destino. La bruja, astuta, accede. Cumple con su cometido y encuentra a la que sería su esposa. Le lleva hasta una mujer pobre la cual tiene un bebé entre sus brazos. El emperador, decepcionado por tratarse de una mujer pobre, la empuja, y el bebé cae al suelo, dándose un fuerte golpe en la frente que le deja una cicatriz. Años después, el emperador se casa con una hija de un importante hombre, cuando sube el velo para ver su rostro, la mujer tiene una gran cicatriz en la frente.

Desde luego, la idea de que exista un hilo rojo invisible que no llevará hasta nuestra alma gemela retumba en nuestra cabeza de una manera tan agradable que llegamos a desear que sea verdad. Pero por ahora se trata solo de una leyenda… o no.